Encintar el manillar

01.01.2013 00:00

(Por amigosdelciclismo)

Ya es hora de atreverse con la operación de poner uno mismo la cinta de manillar, proceso temido por muchos usuarios por lo relativamente complicado que resulta salvar las manetas de freno-cambio sin dejar ningún hueco del manillar sin tapar y lograr una distancia similar entre todas las vueltas.

A través de este sencillo reportaje se dan una serie de consejos para que con un poco de tiempo y paciencia puedas ahorrarte unos céntimos en el taller.

 

Procedimiento

Las cintas más utilizadas son de dos tipos, de corcho y de vinilo. Las primeras son más cómodas y delicadas mientras que las segundas son más duraderas y fáciles de limpiar. Básicamente se montan de la misma forma salvo que las de vinilo se empiezan a pegar desde la parte más cercana a la potencia y las de corcho desde el extremo del manillar para que duren más tiempo en buenas condiciones, como veremos seguidamente:

 

 

 

1.- Tapar la abrazadera de la maneta
Tras retirar la cinta vieja empezamos poniendo un trozo de cinta de unos 8-9 cm. que tape la abrazadera del manillar, para que luego al salvar el doblemando con la cinta no nos queda ese punto del manillar al descubierto.
 
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

2.- Comenzamos
Si la cinta que vamos a pegar es de corcho comenzaremos desde el extremo del manillar e iremos avanzando hacia la potencia para que cada vuelta de espiral se superponga a la anterior en esta dirección: así evitamos que se levanten los bordes de la cinta en la curva entre la maneta y la potencia, donde nos sujetamos para ir más erguidos. Si la cinta es de vinilo podemos empezar desde la potencia hacia el extremo del manillar pues es más resistente y al tener los cantos más rigidos no se levantarán fácilmente. En ambos casos pondremos el inicio de la cinta en la parte superior del manillar y apuntando hacia el exterior de la bicicleta. Hay que tratar que las vueltas queden lo más regulares posible y siempre bien tensa para que no se despegue.

 

 

 

 

 

 

3.- Llegamos al doblemando
Quizás el punto más complicado del trabajo sea este. Debemos intentar que la última vuelta quede lo más próxima posible a la parte baja de la maneta, o incluso que se superponga ligéramente, justo antes de pasar a la parte superior de la maneta. Hay que tensar bien la cinta para que en estas curvas tan acusadas que describe se adapte perfectamente y no se levante más en unos sitios que en otros. Una vez salvado el doblemando proseguimos encintando el manillar, de nuevo juntando más la cinta en la cara interna de la curva.

 

 

 

 

 

 

4.- Cortamos el sobrante
Llegamos al punto final normalmente determinado por un engrosamiento o escalón en el manillar. Para hacer un buen acabado contamos más o menos una vuelta más desde que la cinta comienza a cubrir ese ensanchamiento o escalón del manillar. Cortamos a medida y rematamos la cinta cortando una vez más una porción en forma de triángulo de manera que el extremo acabe en punta, tal como se muestra en la fotografía.

 

 

 

 

 

 

5.- Finalizamos la tarea
Sólo restan los remates finales. Para que no se despegue el final lo rodeamos con la tira adhesiva que normalmente se incluye al comprarla. Si no disponemos de ella podemos utilizar cinta aislante. Hay que pegarla siguiendo el sentido en el que hemos encintado el manillar.
En el otro extremo doblaremos los bordes de la cinta hacia dentro del tubo del manillar y sujetándolos así introducimos el tapón, que también suele entrar con las cintas, y ¡listo!.