Tiene una superficie de 10570 hectáreas, repartidas entre los términos municipales de Aljucén, Mérida, Mirandilla y San Pedro de Mérida, todos ellos de la provincia de Badajoz; emplazándose el Parque entre la autovía Madrid-Badajoz (al Este) y la carretera N-630 (al Oeste). Dista 10 kms. De la capital autonómica, Mérida, y presenta tres accesos: dos por la carretera N-630 desde Aljucén y Mirandilla, y otro desde la autovía Madrid-Badajoz a través de Trujillanos.
La Dirección General del Instituto para la Conservación de la naturaleza (ICONA) comenzó los trámites de creación del Parque Natural de Cornalo en 1978, tras las manifestaciones y peticiones para salvaguardar este espacio por parte del grupo ecologista ADENEX (Asociación para la defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura). Las quejas de este grupo estaban fundamentadas en el proyecto de construcción de una urbanización compuesta por 32 chalets en el entorno del embalse de Cornalvo, lo que conllevaría a degradar paisajística y perceptivamente este paisaje. A tales efectos podemos decir que existe cierta ambigüedad de criterios a la hora e entender el uso que el hombre hace de un determinado espacio. En el caso que nos ocupa la respuesta general es clara: negativa a la construcción de chalets en el Parque Natural. Y no es que se deba sacrificar el desarrollo de la actividad humana en pos de una concepción paisajística de nuestro medio ambiente, máxime cuando la introducción de unas posibles edificaciones no conllevaría un deterioro biológico acentuado de este ecosistema, aunque sí perceptivo y pasiajístico; pero existen otros planteamientos a considerar: esta intención constructora no era una tendencia urbanizadora a favor de la sociedad y siguiendo unos criterios de defensa del ciudadano y su derecho a la vivienda.
En este caso ese no es el planteamiento, pues estamos hablando de chalets, segundas viviendas y viviendas de fin de semana o vacaciones destinadas a una clase social media-alta, lo que supondría un agravio comparativo, socialmente hablando, en el aprovechamiento del entorno natural.
Ante estos planteamientos parece lógico aceptar la oposición a esta tendencia urbanizadora, pues no podemos sacrificar el medio ambiente, ejemplificado en este caso en un Parque Natural, que es un buen patrimonio de toda la sociedad, para el beneficio de unos pocos (constructora, posibles usuarios adinerados, etc.).
Por el decreto 110/1988 de 29 de diciembre se crea el Parque Natural de Cornalvo, pero dicho Decreto pierde sus efectos al ejecutarse provisionalmente la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, que decreta su nulidad por defectos formales. Hay que destacar que esta sentencia tuvo su apoyo en los propietarios de las tierras afectadas por la creación del Parque, que se oponían a su conversión como tal una vez vistas las repercusiones que estas decisiones habían tenido en otros espacios.
En 1989, la Comisión de las Comunidades Europeas declara esta zona como "Área importante de Europa para las aves". Definitivamente, la Junta de Extremadura declara el área de Cornalvo como Parque Natural, por el Decreto 27/1993 de 24 de febrero (D.O.E. nº 28 de 6 de Marzo de 1993).
La justificación a la declaración de Parque se hace en los siguientes términos: "La zona de influencia del embalse de Cornalvo constituye uno de los ecosistemas más representativos e importantes de la Península Ibérica. Junto a especies endémicas del propio embalse, como es el jarabugo, cohabitan otras especialmente protegidas como la cigüeña negra, la grulla común o la nutria. Junto a especies faunísticas tan importantes como las señaladas, existe una amplia y destacada variedad florística, así como un ecosistema de alcornoques en estado natural de incalculable valor ecológico. Todos estos factores naturales son suficientes para justificar su especial protección, factores que a su vez alternan con un paisaje destacado y con valiosos vestigios histórico-artísticos. Es por ello un enclave merecedor de una protección administrativa como la que el presente Decreto hace, al objeto de preservarlo para el disfrute de generaciones presentes y futuras".
PATRIMONIO CULTURAL:
En un Espacio Natural Protegido de esta envergadura no solo son importantes las características naturales y paisajísticas sino también las antrópico - culturales. De hecho el mismo paisaje es fruto de la actuación del hombre, lo que le lleva a presentarse como un espacio sentido y vivido, donde el elemento hombre juega un papel muy importante. En este caso su representatividad queda patente en los vestigios que hemos heredado de la tradición y presencia romana en esta zona.
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Así el monumento más importante del área es la presa romana de Cornalvo. Esta construcción fue declarada Monumento Nacional en 1912. El embalse, con forma de cuerno, mide unos 4 kms. De longitud y 10 kms, de perímetro. La presa, que embalsa las aguas del río Albarregas, mide 220 metros de longitud por 18 de altura, estando la pared interna del embalse dispuesta en forma de graderío. El torreón de desagüe de la presa está construido en medio el agua; esta torre mide 20 metros de altura y tiene 4'25 metros de planta. De la base de la torre parte la galería de desagüe, de sillares, midiendo 1'65 metros de altura, 0'75 metros de ancho y una longitud de 25 metros. Atraviesa el muro de la presa y sirve de punto de partida al acueducto que abastecía Mérida en época romana.
Además de la construcción citada, existen restos característicos de la innegable valor urbanística romana como fuentes, villas, etc. También hay que decir que el actual cortijo que se puede observar en la zona se construyó por el Conde de Campomanes, que en 1773 adquirió gran parte de esta área. Este cortijo sirvió de alojamiento al Rey Carlos IV, cuando en 1795 visitó Badajoz.
Como podemos observar, Cornalvo es algo más que un Espacio Natural, es el sello indiscutible de una actuación humana sobre un medio que ya desde hace casi dos milenios era admirado y tomado en consideración por los invasores romanos. Es pues, un espacio donde se ha producido secularmente una imbricación hombre - medio que ha dado como resultado el paisaje que actualmente contemplamos, además de la configuración humanizada que presenta como ecosistema dehesa, frutos de aprovechamientos humanos claramente agropecuarios. Este paisaje insistimos, se conforma como lña interrelación de elementos bióticos (flora y fauna del Parque), abióticos (elementos inertes) y antrópicos (el hombre y su obra).
Así, visitar Cornalvo, es visitar un espacio que, menos conocido y divulgado que Monfragüe, conjuga perfectamente la ocupación del espacio con la protección que otorga su actual figura legal como Parque Natural. Además su posición relativamente céntrica en la región posibilitan un aforo turístico más fluido y, por ende, más sencillo y asequible.
ASPECTOS BIOLÓGICOS:
El ecosistema más característico del Parque Natural de Cornalvo es la dehesa de encinas (Quercus rotundifolia) y alcornoque (Quercus suber). El bosque de encinas se encuentra muy transformado por la acción humana, reduciéndose a espacios muy localizados del Parque. Este bosque primitivo ha convertido en dehesa a estos espacios donde se desarrollan los aprovechamientos extensivos de la misma (pastoreo, cultivo cerealista,…).
El bosque de alcornoques se conserva intacto en buena parte, presentando la particularidad de ser uno de los escasos lugares donde ocupa espacios de llanura.
El estrato arbustivo está caracterizado por la presencia del brezo rojo (Erica australis), que es un endemismo extremeño, la ahulaga (Genista hirsuta), el jaguarzo fino (Hamilium halimifolium), etc. la vegetación de ribera se ajusta a las orillas de los ríos, arroyos y charcas. Aquí podemos encontrar alamedas formadas por chopos (Populus nigra), fresnos (Fraxinus excelsior), diversos tipos de sauces (gen. Salix) y olmos (Ulmus minor). También existen tamujares, formados por tamujos (Securinega tinctoria) y adelfas (Nerium oleander). Para el caso de la adelfa, estos espacios suponen su límite septentrional de ocupación natural, lo que otorga importancia y notoriedad a este enclave.
Al igual que Monfragüe, cuenta con una gran variedad de especies faunísticas. Más de 220 especies de vertebrados se dan cita en el interior del Parque y su área de influencia más inmediata. De estas especies, 155 son de aves (75 nidificantes), 31 de mamíferos, 10 de anfibios, 15 de reptiles y 9 de peces.
En cuanto a la gran colonia de aves, hay que citar:
- importantes colonias de cigüeñas blancas (Ciconia ciconia); en una de ellas se censaros 28 parejas en 1992.
- La cigüeña negra (Ciconia nigra) también está presente, con dos parejas nidificantes (según censo de 1992).
- La presencia del halcón abejero (Pernis apivorus) es un hecho a destacar, ya que además de ser una de las rapaces más raras y escasas de la Península, hace del Parque su punto de nidificación más meridional de Europa.
- El embalse es lugar de invernada de más de 1500 anátidas.
- En los espacios adehesados contamos con la presencia de grullas (Grus grus).
- En Cornalvo también nidifican otras aves en peligro de extinción: águila culebrera (Circaetus gallicus), águila calzada (Hieratus pennatus), milano real (Milvus milvus), milano negro (Milvus migrans), muy abundante en el Parque y su área de influencia, ratonero común (Buteo buteo), aguilucho cenizo (Circus pigargus), rapaz esta que a pesar de ser una de las que están en mayor regresión en Europa presenta en Cornalvo una de sus mejores poblaciones, cárabo (Strix aluco), etc.
- Encontramos también gran cantidad de aves insectívoras: abejaruco (Merops apiaster), mirlo (Turdus merula), abubillas (Upupa epops), herrerillo (Parus caeruleus), carbonero (Parus palustris), cogujada o coguta (Galerida theklae), etc.
- El interior e inmediaciones del Parque son lugares de campeo y alimentación del buitre leonado (Gyps fulvus), buitre negro (Aegypius monachus), águila perdicera (Hieratus fasciatus), águila real (Aquila chrysaetos).
En cuanto a los mamíferos, llama la atención la numerosa comunidad existente de quirópteros, con 12 tipos de murciélagos; también hay que destacar el gato montés (Felis sylvestris), especie al borde de la desaparición en estos parajes, el meloncillo (Herpestes ichneumon), única mangosta europea, la nutria (Lutra lutra), que se creía desaparecida en este enclave; además de la abundancia de conejos (Oryctolagus cuniculus) y la presencia de la jineta (Genetta genetta), la comadreja (Mustela nivalis), etc. En lo referente a los anfibios, el animal más representativo de Cornalvo es el sapo partero ibérico (Alytes cisternasii), endemismo ibérico. Otros anfibios a destacar son el tritón ibérico (Triturus boscai), también endemismo ibérico y la salamandra común (Salamandra salamandra). El galápago europeo (Emys orbicularis) es uno de los reptiles más representativos del área por su gran cantidad, aunque es una especie extendida por todo el continente. También está presente el lagarto ocelado (Lacerta lepida), la lagartija colirroja (Acanthodactylus erytrhurus) y la lagartija ibérica (Lacerta hispanica).
La ictiofauna se va a ver representada por especies casi exclusivas de los ríos extremeños: colmillejas (Cobitis Taenia), bogas (Chrondostoma polylepis) y pardillas (Rutilus lemmingi). Pero el pez más interesante de los cursos de agua de Cornalvo es el jarabugo (Anaecypris hispanica), endemismo ibérico que fue descubierto para la Ciencia en el río Aljucén, lo que contribuyó a difundir este espacio por los centros académicos internacionales.
APROVECHAMIENTOS CINEGÉTICOS:
El aprovechamiento cinegético principal de los terrenos que actualmente conforman el Parque Natural de Cornalvo ha sido tradicionalmente el de de la caza menor, sobre todo de especies como el conejo (Oryctolagus cuniculus), la perdiz roja (Alectoris rufa) y la liebre (Lepus capensis) como especies sedentarias; encontrándose en un segundo plano la caza de la paloma torcaz (Columba palumbus), la tórtola (Streptopelia turtur), el zorzal (Turdus philomelos), diversas anátidas, etc.
Al igual que ocurre en el Parque Natural de Monfragüe, en el de Cornalvo la caza también está prohibida, pero con la diferencia de que en Cornalvo al ser las especies cinegéticas de caza menor las predominantes, no suponen una sobredensidad ni un sobreaprovechamiento del entorno. En Cornalvo todas las especies en general poseen un valor menos representativo a nivel cuantitativo que en Monfragüe, lo que le resta atractivo turístico pero le permite mantener un equilibrio más estable, sobre todo en lo referente a las relaciones herbívoros - medio - ambiente.
Pero las especies cinegéticas del entorno han sufrido un significativo descenso en los últimos años, como consecuencia de los múltiples factores limitantes que se ciernen sobre este espacio:
- Enfermedades como la Mixomatosis y la Enfermedad Vírica Hemorrágica han diezmado considerablemente la población de conejos (Oryctolagus cuniculus), sobre todo en la segunda mitad de la década de los 80, aunque en la actualidad parece haber remitido bastante. La Enfermedad Vírica Hemorrágica es la más nefasta (el 80% de los ejemplares que la contraen mueren).
- Presión de los predadores, sobre todo el zorro (Vulpes vulpes).
- Presión cinegética en los cotos colindantes.
- Intrusión de furtivos.
Aún así, los cuidados y protección de que gozan tanto el Parque Natural de Monfragüe como el de Cornalvo están contribuyendo a mantener la riqueza faunística y preservarlos como espacios emblemáticos de nuestra geografía regional.
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